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DiviérteLee 24/Enero/2015: Escritura Creativa

El DiviérteLee del Día 24 de Enero, fue más de escritura creativa que nunca. Ya sabéis que nos encanta realizar actividades en los que los pequeños tengan que sacar a la luz toda su creatividad e imaginación y este día así fue, el resultado fueron unas adivinanzas escritas por ellos mismos super-divertidas y un cuento con una moraleja de la que todos tenemos que aprender, La superación.

Para escribir el cuento utilizamos los dados ‘creacuentos’ y el azar quiso que nuestro personaje principal fuese un Vampiro, el lugar : una montaña y el objeto: una puerta mágica que se abre donde quieras. Este fue el resultado.

 

 Érase una vez, un vampiro que se llamaba Pistacho que quiso subir a la montaña Cimagrande para contemplar las estrellas.

Sus compañeros se reían de él porque a todos les parecía una idea disparatada,porque por todos era conocido de que a los vampiros les daba miedo las alturas. Antes de subir fue a visitar a su amigo Trampín el montañero, y a su perro Doraemon para que le ayudara a subir a la montaña y le enseñara sus técnicas.

El montañero le dijo: ¡Es una idea disparatada, a los vampiros os da miedo las alturas! A las montañas tan solo podemos subir los humanos.

Al final, ante tanta negativa Pistacho decidió subir solo. Antes de salir de aquella casa,el Doraemon el perro le dijo…

Pistacho, yo sé por qué Trampín no te quiere ayudar,él no sabe escalar…Él usa una puerta mágica para subir a la montaña, es un tramposo.

Pistacho emprendió su viaje hacia la montaña, y cuando iba subiendo vio que tenía dos caminos para escoger. Primero elige el de la derecha y el camino se acaba, y no porque ya hubiese llegado a la montaña, sino porque ese era el camino equivocado. Cuando no sabía que hacer, Pistacho se sentó en una roca y apareció un laberinto. Allí un dragón le dijo que no era posible que él llegase a la montaña, puesto que los vampiros tenían mucho vértigo,pero a Pistacho una vez más no le importó lo que le dijo, y siguió persiguiendo su sueño.

Pistacho continuó el camino, consiguió llegar a la cima. Se sentía muy feliz y pudo disfrutar de las estrellas como el siempre había querido. Para poder probarlo, cogió una flor que sólo crecía en la cima de las montañas y cuando bajó se lo enseñó a sus compañeros y al montañero, y les enseñó una lección Si te lo propones puedes conseguir cualquier cosa, cuando te digan que no puedes, diles mira como lo hago.

 

 

 

 

 

 

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