En un reino, lejos de todas partes, el rey no puede dormir, así que le pide auxilio al mago de la corte. Trifón le ofrece una fresa encantada, pero por un descuido, Marizul, sobrina del mago, se come el fruto mágico destinado a curar el insomnio del monarca y entra en un profundo sueño…

Con referencias recurrentes, características líricas y motivos que evocan el universo literario de Borges (memoria, olvido, tiempo…), Bernardino Rivadavia indaga en el territorio de los sueños con una agilidad intelectual indiscutible, e introduce al lector en un laberinto donde la realidad aparece extrapolada en una ficción construida bajo la impronta de reconocibles tradiciones literarias y culturales.

Marizul, sueña que sueña que sueña, pasa de un mundo a otro sin salir del plano onírico. En un país de caminos circulares, en un tiempo que se vuelve reversible, las experiencias de Marizul estarán relacionadas con los extraños seres que se va encontrando en el camino y que la llevan de la mano por un inventario de lugares literarios y lejanas latitudes que sobrepasan un tiempo histórico preciso. Y esos territorios fantásticos, poblados de imágenes y objetos cotidianos, trazan la poética de lo imposible, al tiempo que mantienen una ambigua frontera entre realidad y fantasía.