‘De verdad que no podía’ es el cuento que leímos ayer en el Cuentacuentos con los peques del Campamento Peque Verano.

Es muy adecuado para niñ@s de entre 3 y 5 años ya que trata sobre lo que una madre es capaz de hacer por su hijo ante cualquier problema. El temor a lo irracional y el poder de la imaginación son factores naturales que provocan situaciones parecidas como las que se reflejan en este cuento: los miedos nocturnos, y cómo las madres están siempre dispuestas a aliviar estos momentos de tensión en sus pequeños. 

 

Marc es un niño que quería dormir; quería, pero de verdad que no podía. Tiene miedo, así que llama a su mamá a cada instante y ella le ayuda tantas veces como él precisa, inventando en cada momento soluciones diferentes y originales para que su hijo al fin pueda dormir. Y lo consigue de la forma más especial para un niño: permaneciendo a su lado.

Es un texto ágil y sencillo, capaz de sacarnos sonrisas en su lectura, tanto por la creatividad de la madre como por tratarse de una situación muy familiar, especialmente para quienes tienen niños pequeños en el hogar. Además, las ilustraciones son maravillosas, transmiten calidez y dulzura y, de nuevo, crean esa cercanía a lo que nos están contando. Desde luego, en su totalidad, inspira un sentimiento protector que nos embauca profundamente mientras leemos la historia y por supuesto los niños se verán reflejados en el protagonista pues probablemente en algún momento también han sentido miedo y han necesitado sentirse protegidos.

 

De verdad que no podía es un cuento ilustrado perfecto tanto para reforzar el amor de un padre hacia su hijo, como para trabajar el miedo a la noche.

Además con este cuento los propios padres también se ven reflejados en el personaje de la madre, que es capaz de no descansar ella con tal de que su hijo lo haga. Este afán protector y de entrega se transmite de padre a niño y es muy importante para su autoestima y para tener un desarrollo emocional sano.

 

 

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