El DiviérteLee del Sábado pasado estuvo cargado, una vez más, de varias actividades, pero sobretodo estuvo cargado de valores.

Cómo siempre destacamos en cada uno de los ejercicios que hacemos con nuestr@s niñ@s es muy importante la educación en valores, uno de los valores más importantes es la IGUALDAD, educar en igualdad es imprescindible. 

Educar en igualdad supone educar basándonos en la igualdad de oportunidades y en la libertad de elegir, en la libertad de que cada niño o niña pueda desarrollarse plenamente sin tener en cuenta prejuicios o estereotipos.

Debemos promover una educación igualitaria, apostando por juguetes, juegos y cuentos que acerquen y enriquezcan a niñas y niños y no perpetúen los roles discriminatorios por los que se establecen diferencias entre los niños y las niñas. Debemos ser libres para decidir nuestra propia vida sin que ser hombre y mujer nos impida elegir lo que deseamos, promoviendo la eliminación de los estereotipos femeninos y masculinos.

El Sábado trabajamos sobre un cuento que no deja indiferente a nadie, muy importante que lo lean tanto los adultos como los niños, pero no es un cuento cualquiera, sino que es muy especial, de esos que nos cambian la vida, que nos enseñan valores y que pueden abrir los ojos a mucha gente. Su título ‘La cenicienta que no quería comer perdices’ (Nunila López Salamero/ Myriam Cameros Sierra) es un libro que rompe con todos los estereotipos que nos muestran los cuentos clásicos. 

cenicienta

 

 

El libro nos cuenta la historia de una cenicienta poco agraciada que encuentra a un príncipe con el que compartir su vida, esperando que la haga feliz. Una vez casada, ella intenta complacerle haciendo todo lo que él desea; él quiere que se ponga unos zapatos de tacón de aguja que le provocan cortes en los pies y ella se los pone sin descanso; él quiere que ella le cocine cada día perdices, y ella, aunque es vegetariana, se los cocina; y aún con esto, la cenicienta tiene que soportar las quejas de su príncipe, quien no duda en faltarle al respeto cuando las cosas no salen como a él le gustan.

Con todo esto, la cenicienta va dándose cuenta, poco a poco, de que su príncipe, más que hacerla feliz, está atrapándola en la infelicidad y que algo debe hacer; es aquí cuando decide dejar de callar y contar su historia. Para su sorpresa, la mayoría de gente tiene problemas similares y solo encuentra consuelo en casos peores. Poco a poco se va dando cuenta de que la única persona que puede cambiar su suerte y hacerle feliz es ella misma, así que decide romper con todo y empezar una nueva vida. Y lo primero que hace para ello es dejar de aparentar ser una persona fuerte y llorar. Y en ese momento es cuando encuentra a su hada, llamada BASTA, que es quien le va a guiar en el nuevo camino que ha decidido emprender.

Tanto llora que se vacía de todo lo malo que llevaba dentro, y una vez vacía, se da cuenta de que tiene mucho espacio para llenarlo de las cosas positivas de la vida. Decide hacer su vida; dejar al príncipe, dejar esos zapatos que la aprietan y que se ponía por estar de moda, dejar de hacer lo que los demás quieran y salir a disfrutar del baile de la vida. En ello está cuando conoce a nuevas amistades, unas amistades muy especiales que intentan liberarse de responsabilidades con las que no tiene por qué cargar; Caperucita Roja, Pinocho, Blancanieves, la Ratita Presumida… Todas empiezan un nuevo camino, que se vuelve más llevadero en el momento en que deciden ser ellas mismas y vivir sus vidas como lo que son: suyas.

Os recomiendo que leáis el cuento y sobretodo que se lo leáis a vuestros pequeños, es un cuento que nos avisa de que cada generación, cada mujer, tiene que volver a empezar.

Una vez trabajado el cuento, hicimos a nuestras princesas, cada uno eligió a la mujer que quería ‘homenajear’ madres, tías, mujeres imaginarias, pero sobretodo princesas que no comen perdices, pero son felices, mujeres sin zapatos de cristal, princesas independientes llenas de sueños, y en las fotos podéis ver qué divertidas nos quedaron.

Además Marcos, Jimena y Andrea nos regalaron los cuentos. Marcos eligió  ‘Ana y el lobo’ y las chicas un cuento que no deja indiferente a nadie  y que también intenta romper estereotipos ‘¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa?’ .

Cómo podéis ver tuvimos un DiviérteLee aprovecha e intenso.

 

 

 

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