Dentro del programa que estamos desarrollando con los niños del colegio, la semana pasada decidimos trabajar la autoestima y para ello preparamos un juego educativo para enseñar a los niños y niñas a valorarse y quererse, a conocer sus cualidades positivas y negativas y lo importante que es aceptarnos tal y como somos.
El juego consiste en ayudar a los niños y niñas a aprender a valorarse y quererse a sí mismos mediante el conocimiento de sus cualidades. Los pequeños crearon un árbol especial que representaba sus cosas buenas y malas. De esta forma hicieron un análisis inconsciente de sus cualidades positivas y negativas. Las hojas del árbol, como de todos los árboles pueden caerse y hasta podemos cambiarlas de rama, con ello les enseñamos por un lado que todos tienen cualidades positivas y por otro que el valor de las personas no está en sus cualidades ya que estas no son permanentes y podemos perderlas y cambiarlas. Con este sencillo juego les enseñamos a valorarse y a creer en ellos mismos. Les inducimos a hacer una reflexión personal sobre sus propias cualidades.
Le entregamos a cada uno una cartulina con el tronco del árbol y las ramas vacios, sin color y sin hojas.Les explicamos que ese árbol simbolizaba a cada uno de ellos. Sin color, hojas, flores o frutos todos los árboles son iguales. Pero al decorar el árbol y llenarlo con nuestras cualidades al final cada árbol era único , especial e irrepetible como cada uno de ellos. Nosotros podemos decidir cómo queremos que sea nuestro árbol, pero también podemos decidir cómo queremos ser y crear nuestras cualidades si alguno de nuestros defectos no nos gusta.
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